La orientación sexual puede ser un aspecto que preocupe o genere inquietudes entre los adolescentes, así como apunta José Manuel Valverde Rubio, profesional en Sexología y integrante de la Sociedad De españa de Doctores En general y de Familia (SEMG). “La orientación sexual en la adolescencia no en todos los casos está completamente definida, y algunas veces eso es causa de preocupación”, afirma Valverde.
Sin embargo, los adolescentes a lo largo de la adolescencia tienden a ser reticentes a expresar aquellas inquietudes similares con su orientación sexual o con la sexualidad generalmente. “Los jóvenes no acostumbran plantear temas o intranquilidades en la consulta, están en una actitud tímida, callada, deseando que pase el tiempo cuanto antes”, dice Marta Fernández Guerra, responsable de la Dirección Asistencial Este de la Gerencia de Atención Principal en la Red social de Madrid y responsable del Programa Codem Educa del Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem). Sobre esto, Valverde coincide en que hay cierto pudor de parte de los jóvenes en el momento de comentar de sexualidad dentro del tema familiar.
Consejos para comentar de orientación sexual con un adolescente
En primer lugar, asi sea porque los hijos planteen cuestiones de manera directa o porque los padres piensan primordial emprender el tema, lo primordial es tener una actitud abierta y facilitadora. “La educación sexual, nuestra educación es algo que debe de comenzar en el lugar de vida y seguir en los colegios. Una disposición abierta con los hijos, una relación de seguridad acostumbra hacer más simple bastante las cosas”, subraya Valverde. A su juicio, entablar una conversación con los hijos en materia sexual, por mínima que sea, siempre va a ser positivo para contrarrestar la desinformación y falsos mitos generados en sus fuentes de información comunes como son sus amigos e internet.
Normalización de la situación
La representante del Codem reitera que la consideración de tener una forma de pensar abierta en el momento de comentar de orientación sexual con los adolescentes: “El abordaje en sí tendrá dependencia de la familia y de los valores de la misma, pero que en cualquier situación ha de entenderse como una propiedad bastante más de la persona, como el que es rubio, moreno o pelirrojo”, sugiere Fernández. Según su criterio, hay que apostar por la normalización de la circunstancia llevando a cabo comentarios relacionados a propósito de novedades, películas, ocasiones diarias.
Uso correcto del lenguaje
Por otra sección, Fernández sugiere que los padres traten las cuestiones que se relacionan con la orientación sexual desde el género neutro “con la utilización de expresiones como pareja, alguien, relaciones entre jóvenes y/o personas en vez de chico/chica o amigo/amiga”.
En este punto, esta experta ten en cuenta que es requisito prescindir y remover del vocabulario recurrente aquellas expresiones peyorativas como mariquita o machorra.
Preguntas excesivas sobre su intimidad
Durante la charla sobre la orientación sexual con los hijos, Fernández desaconseja interrumpir su relato para interrogarles sobre si tuvieron relaciones sexuales, con quién y cómo. Es preferible que sean ellos mismos quienes tomen la idea con los padres.
Expresión de las emociones
Los cambios físicos propios a lo largo de el avance sexual tienen la posibilidad de ocasionar sentimientos de vergüenza o preocupación frente los cuáles los padres tienen que estar alerta para empujarlos y solucionar sus inquietudes, según afirman los expertos consultados por CuídatePlus. “Ante una actitud de vergüenza o de rechazo hacia sí o una sección de sí, el adulto ha de detectar la contrariedad que puede enseñar el o la joven en admitir su orientación sexual y en pedir ayuda”, subraya Fernández. Además, esta enfermera ten en cuenta que la homosexualidad sigue en pié siendo la orientación sexual que más inquietudes y sentimientos de rechazo crea, que tienen que ser trabajados desde el ámbito familiar o buscar asistencia. “En cada consulta con el joven hay que dejar la puerta abierta a que acuda a la enfermera de familia frente la necesidad de comentar sobre sí y su sexualidad”, suscribe.
A su vez, la responsable del Programa Codem Educa influye en que no hay que ofrecer “una perspectiva diferente en el momento de emprender y comentar del tema por tener una orientación hetero/homo/bisexual, sino tocar todas las configuraciones y remover tabúes”.
¿Qué inquietudes tienen los jóvenes sobre su orientación sexual?
Según Fernández, los adolescentes se sugieren muchas cuestiones que se relacionan con la sexualidad generalmente, de hecho, piensan que al tener uno u otro sexo has de identificarse con él, actuar de una cierta forma, enseñar un preciso deseo sexual, etc. “Por ello, lo primero es aclarar las confusiones entre qué es el sexo, el género, la identidad sexual y la orientación sexual. Es considerable comentar de los conceptos de manera libre, sin obligación de denominarlos como tal, pero para desechar ideas no acertadas”, matiza.
Desde su vivencia, en funcionalidad de la etapa de la adolescencia en la que esté la persona, esta va a tener más o menos inquietudes sobre su orientación sexual. “Uno de los problemas que más se sugieren, en particular en las primeras etapas, es el reconocimiento o distinción entre amistad y atracción sexual con un individuo del mismo sexo: ¿cómo distinguir si es amistad o amor?”, señala. En estas situaciones, se sugiere examinar las diferentes ocasiones, aunque es considerable comunicar la iniciativa de que la identificación de una orientación u otra necesita tiempo.
“Otras inquietudes tienen relación con fantasías que no administran y les crean confusión y, en algunos casos, enorme malestar: la normalización de enseñar fantasías en esta etapa de la vida ha de normalizarse y no juzgarlas”, argumenta Fernández, quien advierte que el hecho de tener un acercamiento íntimo con otro joven de otro o del mismo sexo no define inmediatamente la orientación sexual.
En cambio, en la adolescencia tardía, cuando la orientación sexual está clara hay que trabajar fomentar las relaciones sexuales seguras y desmitificar ideas como que entre mujeres hay compromiso cero de contraer infecciones de transmisión sexual.