¿Qué se le pide a las mamás cuando se les pide que tengan paciencia?

Si nos vamos a la Real Academia de la Lengua Española, la primera definición de paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.

“La paciencia no es una virtud, es una capacidad”, escribía Catalina en septiembre del año pasado, en su cuenta de Instagram @mamasincaos. “Es un resultado intelectual, y una forma de hacer las cosas. Se aprende y se ejercita, igual que un músculo. Por eso es tan importante el autocuidado, y no me canso de defenderlo”, completaba. La mamá y abogada hacía esta aclaración, explica, a partir de lo mucho que detesta cuando los consejos para las mamás empiezan con la palabra paciencia. Y es algo con lo que muchas personas en su situación se pueden relacionar.

Imaginemos la siguiente escena: estás en el supermercado con tu hija pequeña, y te pide que le compres un juguete. Le respondes que no, e incluso le explicas que no le puedes comprar regalos cada vez que salen, pero su reacción es una pataleta en el suelo. Ella se pone tiesa en el suelo y no deja de gritar -seguramente ya no se acuerda por qué-, las personas te miran con desaprobación, y a ti te empieza a subir el calor por el cuello. Cuando le relatas esta escena a una amiga, o a tu mamá, te responde: “es que tienes que tener más paciencia con ella”. ¿Qué tipo de consejo es ese?

Si nos vamos a la Real Academia de la Lengua Española, la primera definición de paciencia es la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. Pero siguiendo esta definición, tener paciencia no es hacer algo en específico, sino que reaccionar de una manera que parezca calmada, como si estuviéramos respirando profundo.

Decirle a una mamá que tenga paciencia respecto a algo que han hecho sus hijos, no sirve de nada. Porque ella sabe que no tiene que gritarles, ni ponerse a llorar, ni enojarse de sobremanera. De hecho, es muy probable que cada vez que pierde el control ante sus hijos o hijas, termine sintiéndose culpable por no haber reaccionado de manera adecuada. Lo que sería mucho más útil, en cambio, es darles consejos sobre lo que pueden hacer para superar el momento específico, manteniendo la paciencia.

Y aunque no haya un manual y la experiencia de crianza va ser distinta en todos los casos, dependiendo de las herramientas, redes de apoyo y experiencias de vida, existen otros consejos que pueden ser útiles y que son valiosos de recordar de vez en cuando. En el sitio web Parents.com recopilaron algunos entregados por especialistas en crianza, dentro de los que destacan:

1. Vive en el presente: Deja de preocuparte por cumplir con un checklist permanente y aprende a estar con tus hijos en el aquí y el ahora, porque son momentos preciosos que no se van a repetir.

2. Relájate con las comidas: Los hábitos alimenticios se forman con el tiempo, y muchas veces la hora de comer puede amenazar con convertirse en una pelea sin sentido. A veces los niños quieren comer de todo, a veces no, y no es grave que así sea.

3. Duerman temprano: Así niños y niñas tienen el descanso que necesitan, y tu aprovechas de recargar baterías.

4. Di que no: Aunque las pataletas son un riesgo que hay que correr, hay que aprender a decirle que no a los niños cuando es por su propio bien. Como dice el doctor y pediatra David Ludwig, autor de “Terminar con la pelea de comida”, “es mejor decir que no le vas a comprar una casata de helado una vez en el supermercado, que tener que decirle que no le vas a dar helado todas las noches”.

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