Con 10 semanas de embarazo, te acercas al final del primer trimestre. Es probable que te hayas acostumbrado a estar embarazada. Querrás seguir comiendo tan bien como puedas y hacer algo de ejercicio seguro para manteneros a ti y al bebé en forma.
Tu bebé en la 10 semana
Al final de la décima semana, tu bebé pasará oficialmente del estado de embrión al de feto. Sus dedos de los pies y de las manos palmeados comienzan a separarse y a formar dígitos individuales. Todos los órganos vitales están formados y la placenta funciona.
Tu bebé adquiere un aspecto más humano, los párpados empiezan a cerrarse y los rasgos faciales se hacen más definidos. Son capaces de tragar y aparecen las yemas de los dientes.
Si pudieras ver su cara, ahora podrías ver un labio superior y dos minúsculas fosas nasales en su nariz.
Los ojos de tu bebé ya pueden reaccionar a la luz. Sus párpados están semicerrados y se cerrarán por completo en unos días.
Su mandíbula se está desarrollando y ya contiene todos los dientes de leche.
Una ecografía en esta fase mostrará a tu bebé haciendo pequeños movimientos bruscos.
Si tienes una visita al médico esta semana, es posible que puedas oír los latidos del corazón de tu bebé. Si le piden una ecografía, debería poder ver los latidos del corazón de su bebé, aunque no podrá determinar el sexo de su bebé (si lo desea) hasta dentro de unas semanas.
De hecho, tu bebé ya está tomando forma humana. Se están formando huesos y cartílagos, y las pequeñas hendiduras de las piernas se están convirtiendo en rodillas y tobillos. Los brazos, con sus codos, ya se pueden flexionar.
¿Qué está pasando en mi cuerpo en la semana 10 de embarazo?
Puede que te cueste subirte los jeans. Tu útero tiene el tamaño de una naranja grande, mientras que tu bebé es más bien del tamaño de un durazno.
Es posible que te sientas un poco hinchada, y que eructes o tengas gases -¡puedes culpar a tus hormonas de ello! (ver “Cómo combatir la hinchazón”). La hormona femenina progesterona está haciendo su trabajo y relajando los músculos del útero para que pueda expandirse junto con el bebé en crecimiento. Sin embargo, en el proceso, los músculos del tracto digestivo también se aflojan y esto puede provocar todo tipo de síntomas, incluida la acidez. Esto es especialmente probable si estás esperando gemelos.
Síntomas de las 10 semanas de embarazo
¿Te preguntas qué puedes esperar a las 10 semanas de embarazo? A medida que el bebé crece, tus ligamentos y músculos empiezan a estirarse dentro de tu vientre de embarazada de 10 semanas, tus pechos aumentan de tamaño y pueden producirse otros cambios radicales. Estos son algunos de los síntomas más comunes de las 10 semanas de embarazo:
Dolor en los ligamentos redondos: No te sorprendas si empiezas a sentir algunos dolores en el abdomen a medida que éste se estira para dar cabida a tu bebé en crecimiento. Mientras que algunas futuras mamás no los sienten ni los notan, a otras estas sensaciones -llamadas dolor de ligamentos redondos- les resultan francamente dolorosas. Si estás embarazada de 10 semanas de gemelos, el dolor de los ligamentos redondos podría ser aún más perceptible. Informa a tu obstetra si tus molestias son intensas o si te preocupan de algún modo los síntomas de tu embarazo de 10 semanas.
Crecimiento de los pechos: Es probable que tus pechos hayan aumentado de tamaño y estén un poco doloridos en la semana 10 de embarazo, ya que llevan semanas preparándose para la lactancia.
Náuseas matutinas: Las náuseas y los vómitos son bastante comunes a las 10 semanas de embarazo y, por supuesto, no siempre son por la mañana. La buena noticia es que es probable que disminuyan poco después de llegar al segundo trimestre.
Cambios de humor: Los cambios hormonales pueden ser la causa de una montaña rusa de emociones.
Cansancio: Estás agotada. La razón es la siguiente: No sólo tu cuerpo está trabajando muy duro para hacer crecer al bebé, sino que tu sueño puede verse interrumpido por algunos sueños bastante extraños.
Aumento del flujo vaginal: El aumento del flujo sanguíneo en la vagina, junto con el aumento de la producción de estrógenos, puede provocar un flujo claro e inodoro llamado leucorrea. Puede parecer un poco asqueroso, pero esta sustancia es simplemente la forma que tiene la naturaleza de deshacerse de las bacterias. Sin embargo, si tiene color, está teñido de sangre, tiene un olor desagradable o causa molestias, llama a tu médico. Podrían ser signos de algo más.
Venas visibles: Esas vetas azules son un recordatorio importante: Son un signo de toda la sangre extra que circula por tu cuerpo para tu bebé en crecimiento. También es posible que empiecen a aparecer arañas vasculares debido al exceso de sangre en las venas.
Consejos para las 10 semanas de embarazo
1.- Come a primera hora para frenar las náuseas
Las náuseas suelen ser peores por la mañana, de ahí el término “náuseas matutinas”. Ten barras de granola o galletas saladas junto a la cama para que puedas tomar un pequeño tentempié antes de levantarte. Puede que esto te ayude a mantener a raya las náuseas matutinas.
2.- Toma tus vitaminas
Estás haciendo crecer a una nueva persona, lo que significa que deberás tomar tus vitaminas prenatales y consumir alimentos ricos en vitaminas. Las vitaminas D, C y A son especialmente importantes, así como el ácido fólico, el DHA, el hierro, el calcio y el potasio.
3.- Comer Bien
Comer los alimentos adecuados te ayuda a obtener las vitaminas y minerales que tú y tu feto de 10 semanas necesitáis, y también puede ayudarte a sentirte mejor. Los tentempiés con alto contenido en potasio, como los mangos o los plátanos, pueden aliviar las náuseas, mientras que las proteínas y los nutrientes esenciales de los huevos y los frutos secos aportan un gran aporte nutricional y ayudan a evitar el hambre.
No te presiones
En la lista de síntomas de las 10 semanas de embarazo destacan el agotamiento, los mareos, las emociones oscilantes y las reacciones fuertes a los olores, los alimentos o las vistas. Tu cuerpo está cambiando rápidamente y estás inundada de hormonas. Esto significa que los síntomas de las 10 semanas de embarazo pueden variar de leves a intensos. Deja que tu cuerpo te diga cuándo debes descansar o bajar el ritmo. La mayoría de estos síntomas deberían desaparecer pronto.